GENEALOGÍA DE LOS MACHADO SEGÚN EL MARQUÉS DE MONTEBELO
La base de su trabajo ha sido la de seguir una línea congruente con la escasa información que se tiene, derivada del Nobiliario del Conde don Pedro.
Sancho Velloso (978-1050 ap.)
Rodrigo Velloso (1045-1110 ap.)
Conde don Osorio (1100-1160 ap.)
Como esposa del Conde don Osorio, no ha buscado, el Marqués de Montebelo, a una mujer que tuviera sangre real, sino a una persona noble que vivía muy cerca del que sería su marido. Esta es Teresa Alonso.
No se limita a dar nombres, sino que va explicando razonadamente y con numerosos documentos y testimonios, cada dato que aporta.
Tengo que recordar aquí el hecho, ya expuesto en otra página del blog, de la extraordinaria acogida que la familia Machado da a un Velloso, hacia el año 1370, que vuelve de un nuevo exilio. Los encontramos en su casa, tras unirse en matrimonio con algunos de ellos, incluso.
Además, vemos que el apellido Velloso no va precedido de otro, lo que puede significar que es descendiente de Rodrigo Velloso, que no usó un patronímico.
Solamente mi persona ha puesto de manifiesto estos hechos, pero éstas son las mejores pruebas que se pueden ir aportando, para apuntalar los argumentos sostenidos por el Marqués de Montebelo en esta autobiografía, que aquí se ha recortado para tratar sólo el tema del Conde don Osorio y sus ascendientes, que fueron los VELLOSOS, sin lugar a dudas. Por tanto, sus ascendientes reales son Ramiro lll de León, el Rey Fruela l de León y la Condesa Alambei, hermana del Rey de Francia Ludovico Vll.
Por otra parte, el propio Marqués de Montebelo desciende de la Reina de Portugal María Téllez de Meneses (Vasconcelos).
Los demás Reyes, Reyes Godos, Fruela l (de nuevo), Fernando l y Alfonso Vll de León, vinculados a la esposa de Martín Martínez Machado, Loba Gómez, no se tratan en esta página.
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Crónica de Santiago ( y Calatrava) |
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Crónica de Santiago (y Calatrava) |
Dezimo quarto Abuelo del Marqués
El Conde Don Rodrigo
Velloso, nieto del Rey Ramiro el tercero de León, señala el Doctor Gaspar
Alvarez Losada (Abad portugués) en el Arbol que hizo de los Machados por Padre
del Conde Don Ossorio, con estas palabras.
En todos los Discursos
que haze el Conde Don Pedro en sus linages, que divide por Títulos, ninguno es
más breve y limitado, que el duodécimo de las plabras tocantes a los Señores de
Cabrera, en el cual también da principio a los de Ribera, Feos, Vasconcelos y
Machados, como se ha advertido, que aunque son los mismos en la sangre,
variaron estos Apellidos, como vemos en otras Familias, de que están llenos los
Autores y escrituras. De aquí viene contentarse en España los Duques de Alcalá,
siendo descendientes de este Don Velloso, del Apellido de Ribera, y otros del
de Cabrera: y no contentos los Feos, y los Vellosos a venir lleno de pelo, o
cabellos, y todos en conformidad muy estimados de los Reyes, como lo fue en
este Reyno de Portugal Pedro Feo, Caballerizo mayor del Rey Don Alfonso el
quinto Alcayde mayor de Sortella conforme una escritura del Rey D. Juan el
segundo del año 1482, que está en esta Torre del Tombo, en el libro de la
Chancillería vieja de este mismo año; y con pasar el Conde Don Pedro en el
mismo Título 21 como de salto y con esta brevedad, por estos dos Apellidos
Velloso y Feo, cuando adelante quiere dar principio a los Vasconcelos y
Riberos, hace título particular y separado que es el 53, dice así: Del Conde
Don Ossorio de Cabrera de donde vienen los Vasconcelos y Riberos, sin decir
cuyo hijo era, como luego veremos le sucedió en la persona del primero que se
llamó Machado, por no alcanzar su propio nombre, con toda la concurrencia de
los tiempos que tiene en estas materias mucha fuerza, nos hace creer que fue
hijo del Conde Don Rodrigo Velloso, deste Título próximo y nieto de Don
Velloso, y biznieto del Rey Don Ramiro; los documentos que hay para ello son
muy aparentes: el primero se saca de unas palabras del mismo Título 53 del
Conde Don Pedro que son éstas: Este Conde Don Ossorio fue natural de Cabrera y
Ribera, de donde son los Condes de Trastámara y vino a poblar Portugal; el
segundo es decirse aquí que era natural de Cabrera, y que de esta misma tierra
son los Condes de Trastámara; y sabemos
que las reivindicó Don Velloso a fuerza y poder de brazo y que fue Señor
de ellas, y que casó con Doña Muniña, descendiente de los Señores antiguos de
la misma Trastámara, y que, pasando después, a este Reyno se llamaron de
Pereira. El tercero se saca de las mismas palabras del Conde, por decir en
ellas que se intituló de Cabrera; y no
hay duda en que se tomaron muchos Apellidos de las tierras y lugares de que los
Caballeros eran Señores con jurisdicción, cuando más adonde entró valor y
fuerza de armas y porfiada conquista sobre ellas, como sucedió a Don Velloso.
No declara el Conde D. Osorio de Cabrera, que tanto a ciegas va con estos
Señores, por contentarse con decir que tuvo de ella un hijo que se llamó Don
Moñino Osores, y que se denominó de Cabrera. La concurrencia de los tiempos
muestra que floreció este Conde Don Osoiro, o Osorio, reinando el Rey Don
Alfonso el sexto, que es cuando el Conde Don Enrique, padre del Rey Don Alfonso
Enríquez pasó a Portugal. (El Doctor Gaspar Alvarez Losada en el Arbol de los
Machados).
Hasta aquí Gaspar Alvarez Losada; y aunque no sea poco el
contradecir a un hombre que tantos años asistió en la Torre del Tombo, con
perpetuo estudio de sus antigüedades, no dejaré de representar mi reparo, si
bien, respetando siempre esta Ascendencia como él la describe; el Conde Don
Pedro cuando viene a hablar de Don Velloso, hijo del Rey Don Ramiro el tercero
de León, dice: Este Velloso fue casado
con D. Moniña hermana del Conde Don Rodrigo Frojaz de Trastámara, como se
muestra en el Título 21 del Rey Don Ramiro, s.s. e hizo en ella al Conde Don
Rodrigo Velloso, y del Conde Don Rodrigo Velloso salió el Conde Don Fernando, y
el Conde Don Fernando fue casado con Doña N. hermana del Conde Don Pedro Veaz,
e hizo en ella al Conde Rodrigo Barvalbo, que fue casado con Doña N. e hizo en
ella a Don Fernán Rodríguez, y Don Fernán Rodríguez fue casado con D. Jimena,
una Dona de Aragón del Solar de Tenca, e hizo en ella a Don Rodrigo, el Feo,
que casó con Doña Sanchz Ramírez de Cifuentes.
Tal el texto, sin que en todas estas descendencias, que ya
se nos acercan mucho más del tiempo en que pasó a Portugal el Conde Don Osorio,
le hallemos nombrado.
Va, luego, prosiguiendo con la descendencia de Don Rodrigo
el Feo ( el que adelante, cuando habla de los Cabrera, llama el Feo de
Valdorna) que dice casar con Doña María Frojaz, cuya hija, Inés Rodríguez casó
con Don Rodrigo Alfonso, hijo del Rey Don Alfonso de León y de Doña Aldonza
Martínez de Silva, continuándola por los Castros, hasta Don Fernando Castro y
la Reina Doña Juana, su hermana, que casó con el Señor Rey Don Pedro de
Castilla de segundo matrimonio.
De todo lo dicho, vemos cómo a los Cabreras y Feyos da aquí
su principio, y sin embargo, que no nombra en estas partes al Conde Don Osorio
de Cabrera, y que no puede haber duda de que fuese de esta Casa de que se
apellida; no se puede decir con probabilidad distinta que fuese hijo de Don Rodrigo Velloso; antes, si
conjeturas valen, de este Conde Don Osorio, que como tenemos dicho, casó en la
tierra de Lañoso, y fue Señor del Solar de Machado, se puede creer con más
certeza descender los Osorios, Marqueses de Astorga, los Condes de Altamira, y
los que con este apellido fuesen de Lemos, así por no hallar Caballero más
antiguo de los Señores de Cabrera y Ribera, con nombre Osoiro (que así decía en
el Portugués antiguo Osorio) como por el lugar llamado así, cerca de la Ciudad
de Bragança, ya referido, poder ser suyo, y ser allí el verdadero Solar, nombre
y descendencia de la Casa de Cabrera, de donde los Osorios descienden,
concurrir juntos en este Conde Don Osorio; gran fuerza para ser tronco de los
de este Apellido, porque aunque Jerónimo de Aponte (Jerónimo de Aponte, en los Ossorios),
que en común estimación se tiene por uno de los que mejor han escrito en lo que toca a Familias, trae
algunas opiniones diversas sobre los principios de esta, se acomoda con lo
dicho, y sigue al Conde Don Pedro, deduciéndola de los Condes de Cabrera, con
tan claras demostraciones de descender los Ossorios del Solar de Machado, a
dónde en la Tierra de Lañoso casó el Conde Don Osorio cuando se pasó a
Portugal, que si tuviera noticias de su asiento y morada, como arriba se ha
referido, lo dijera, pues dice lo que es más esencial, como lo siguiente.
Los Ossorios proceden
de Galicia del solar de Cabrera. Este origen les da el Conde Don Pedro, Título
treinta y cinco. Y, después de continuar algunas opiniones de Sumarios
diferentes, vuelve a decir: El Conde Don
Pedro en el Título cincuenta y tres pone el Conde Don Osorio natural de
Cabrera, de quién dice sucedió entre otros hijos Don Moniño, cuyo hijo fue Don
Martín Moñiz, del cual está confirmado el privilegio de donación del Rey Don
Alfonso Emperador, a Don Diego Obispo de Santiago, año mil y ciento y cinco.
Refiere el Conde Don Pedro, que murió peleando con los infieles en Lisboa, en
una puerta de esta Ciudad, que por ello la llamaron la puerta de Martín Moñiz,
después de lo cual floreció el Conde Don Osorio Moñiz, están de él confirmados
muchos privilegios del Rey Don Alfonso el Emperador: el de donación del
Arzobispo de Santiago, año mil y ciento y cuarenta, y el de León, año mil y
ciento y cuarenta y uno, el de Astorga, año mil y ciento cuarenta y siete.
Hacen de él mención los Anales de Aragón, en el libro segundo, que asistió en
la coronación en Carrión con Remón Berenguel, Príncipe de Aragón, en las paces
con el Rey Don García de Navarra, y al matrimonio de la Infanta Doña Blanca, su
hija, con el Rey Sancho, el deseado. Asímismo, hay en el Monasterio de Santa
María de Aguilar, una donación que hizo Teresa Fernández, año mil y ciento y
cuarenta. Tuvieron por hijos el Conde Ossorio, de quién vienen los Villalobos,
y a Gonzalo Ossorio, que pobló León, de quién proceden los de Ossorio, que esta
es la causa, porque la Corónica general dice venir de León todos los Ossorio, y
los de Ossorio y Villalobos traen entre ambos a dos linajes unas mismas Armas,
dos lobos sangrientos en Campo de Oro.
Pero vistas estas escrituras en que confirma el Conde Don
Ossorio Moñiz, para poder ser hijo de Don Moniño Ossorio, como aquí quiere dar
a entender Jerónimo de Aponte, y hermano de Don Martín Moñiz, que lo fue de Don
Payo Moñiz y de Doña María Moñiz, Madre del primer Machado, de fuerza había de
ser el referido Conde Don Ossorio Moñiz, hermano mayor de ellos, y como tal por
algún suceso pasarse a los Reinos de León y Galicia, y volver a suceder en la
Casa
Que en ellos había dejado el Conde Don Ossorio su Abuelo, al
tiempo que se pasó a Portugal, y ser esta la causa de que el Conde Don Pedro se
olvidase de este hermano, y por no tener noticia al tiempo que escribió su
libro de las escrituras referidas es cosa muy probable. Vemos más en la Familia
de Villalobos, que con la de Osorio deduce Jerónimo de Aponte del Conde Don
Osorlio, que dice fue principal Señor de tierra de Campos, que se equivoca con
este Señorío que le da, como del Conde Don Pedro puede verse, que dice así.
Del linaje de los
Villalobos, primeramente del Conde Don Pedro de Palencia, de que de más lejos
se pudo saber. Este Conde Don Pedro fue casado con Doña N. e hizo en ella a Don
Martín González, a Don Fernán González, y Don Martín González no tuvo
descendencia, y Don Fernán González fue casado con Doña N. y tuvo hijo de ella
el Conde Don Rodrigo Velloso, y Don Gonzalo Muñoz el que despeñaron en Acasus
Solariengos, porque quedaron después sujetos para siempre, y el Conde Don
Rodrigo murió sin descendencia, y Don Gonzalo Muñoz fue casado con Doña N. y
tuvo de ella un hijo, que hubo nombre el Conde Don Gómez de Manzanedo , fue por
qué se pobló, y libertó, y el Apellido se verá de Campo, y Doña Elvira
González, y el Conde Don Gómez fue casado con Doña N. e hizo de ella Don Gil
Gómez, y Don Manrique Gómez, y Doña Elvira Gómez, que casó con Don Pedro
Rodríguez de Guzmán.
A quién tuviese entera noticia de los lugares que hay por
aquellos confines de Portugal, y Galicia, quedara lo referido del Conde Don
Pedro más claro que el Sol, pero como nadie puede dudar que en aquél paraje
etán las tierras de Cabrera y Ribera, de que todos estos Caballeros descendían,
por estar dicho de tantos en sus escritos, lo que ellos no alcanzaron iremos
mostrando. El primero lugar, de que los Villa de Lobios, que de la parte de
Galicia confina con Portugal, y llamándose en sus principios Villa Lobios
quitando la I, a la que después poblaron los de este Apellido se quedaron de
Villalobos. De aquélla es hoy Señor el Conde de Môro Rey, como ya se ha
advertido cuando se trató de la Casa y Solar de Araújo, que posee, en que es de
reparar, que por hallarse en la Torre de aquél Solar, las antiguas armas de los
Vellosos de que los de Araújo usan en el Reino de Galicia, también nos sirve de
documento, para conocer que siendo los de Villalobos descendientes de aquél
Infante, tuviesen aquí su primer asiendo.
El Conde Don Pedro de Palencia parece tomar este renombre, de la
Parroquia y lugar de Balanza, que está cerca de Galicia, y parte con Entre Home
y Cadavo, por donde a poca distancia, pasa la Calzada referida de los Romanos,
a quién se entiende dieron ellos en su tiempo el nombre de Palanea, en memoria
de su Diosa Palas (Atenea). Don Gonzalo Muñoz parece que anda viciado este
renombre, porque siendo el de que usaron los descendientes de Don Moñino Moñiz,
o Muñiz, para decirle así, dijeron Muñoz. El Solar de Aza es tan conocido en
Galicia que no necesita de más explicación, aunque también se echa de ver la
memoria que los Vasconcelos tenían de él: pues cuando Rodrigo Iañez, y Pedro
Iañez de Vasconcelos fabricaron el Solar, en que después se pasaron a vivir sus
descendientes con Apellido de Ribeiros, como queda advertido, le pusieron de
nombre Aza Maza: tomando la última dicción de este nombre de Manzanedo, por el
Conde Don Gómez de Manzanedo arriba referido, de quién dice el Conde Don Pedro
que su Apellido se verá de Campo, y no Campos como dice Aponte; es este campo
la Parroquia de San Juan de Campo, que parte con la de Balanza ya referida; y
para más claridad de lo dicho, se considere lo que dice el Conde Don Pedro,
cuando de este Conde hace particular título.
Del Conde Don Ramiro
de Campos, y de los que de él descendieron. Primeramente el Conde Don Ramiro
fue casado con Doña N. e hizo en ella al Conde Don Frojás, y ambos yacen
enterrados en tierra de Beres, y va continuando su descendencia con el
Patronímico Frojás, hasta Diego Ramírez, que fue el Padre de Loi Díaz de
Almansa primero de este Apellido. Dos cosas hay que considerar: la primera que
este renombre Frojás, supuesto que se deduce de Don Froja, en estos Caballeros,
siendo de la misma sangre de los primeros Frojazes, por Doña Moniña, hermana
del Conde Don Rodrigo Frojas, mujer del Conde Don Velloso, hijo del Rey Don
Ramiro, que no se le puede negar, que esta fue la mayor razón de continuarse en
estos Caballeros tanto el Apellido de Frojazes, que en Portugal fueron Señores
del Coto de Palmera, cerca del Solar de Castro; y como se ha dicho, dieron
principio al de Pereira.
La segunda consideración es el ver que la misma Parroquia
del Solar y Casa de Castro, Patronazgo del Marqués de Montebelo, tan antiguo
que ni los diezmos a la Iglesia se han pagado jamás los Señores de él, se llama
Carrazedo; y más arriba en la Parroquia de San Juan de Balanza, cerca de San
Juan de Ocampo, hay otro Carracedo también del Marqués; y es cosa infalible que
en el primero, vistas estas confrontaciones, están sepultados el Conde Don
Ramiro de Campo, y su hijo el Conde Don Froja, por la más autoridad que este
tiene, y haber sido Monasterio de Monjas como es hoy viva tradición; y las
muchas sepulturas, encanados y cimientos que en cualquiera parte que se cave
alrededor de aquella Iglesia de hallan. Hasta el decir el Conde Don Pedro que
este Carrazedo está en tierra de Beres, nos sirve de mayor abono para lo que
tenemos dicho, que el Solar de Castro se hubiese llamado Castro Ieres, o Ieris,
porque considerada la letra Gótica, la cual imita mucho a aquélla que al tiempo
del Conde don Pedro se usaba, hallarán que la B y la G eran casi una misma
letra y queriendo los que han copiado al Conde Don Pedro decir tierra de Ieres,
o Ieris, escribiéndole con G, por I, como para escribir el Italiano Giro, de
que tomó este nombre, la Calzada y Montaña referidas, dijeron Beres, y es cosa
muy probable que la tierra de Entre Home y Cadavo, se llamase tierra de Gares, o Ieris, porque cuando aquél
Río Cadavo se llamaba Celando, no se podía llamar la tierra Entre Home y
Cadavo, porque fuera tomar aquél nombre en profecía del que, después, le habían
de dar el Río, y esta es la causa porque viéndose nombradas en el Conde Don
Pedro las tierras de Lañoso, Prado, Bouro, Camarade, Moura, Regalados, Novrega,
Val de Vez, y otras muchas que hay allí, no habiendo en todas ellas tantos
Solares como hay en estas solas de Entre Home y Cadavo, por la vecindad de la
Ciudad de Braga, hacen más que las otras, a donde asistía la Corte no hace de
ellas mención, haciendo tanta de todos sus Solares, porque totalmente no debían
tener aquéllas tierras en su tiempo aquél nombre, y dádosele primero, al tiempo
de ponerse las Justicias en aquellas tierras de Juzgado de Entre Home y Cadavo,
por comprehender todo lo que se contiene
entre los dos Ríos, como en los libros de los devasos, ya referidos del Señor
Rey Don Alfonso tercero hallamos que se nombraban en su tiempo, después se
vinieron a llamar las tierras de Entre Home y Cadavo, por esta causa.
Grandes confrontaciones son estas de Nombres, Pronombres, Apellidos, Tierras, Lugares y
Personas; para dejar de ser estos los primeros Solares, de que visto su tan
grande antigüedad, los descendientes de ellos darían a otros semejantes nombre
de sus renombres, pues no hay duda de que las primeras poblaciones de España
fueron en las partes mrítimas de ella, y siendo Entre Duero y Miño la más
linda, la más fresca, la más fecunda Región de todas, que mucho que lo mejor de
esta gran península de España se juntase en ella. Pero no es poco que de este
mucho tenga el Marqués de Montebelo lo más, que son los Solares de tantas y tan
nobilísimas Familias como se han referido, de que es Entre Home y Cadavo una
verde sepultura, predestinada a este dueño, para que reconociendo más su mayor
grandeza, no halle el consuelo de ser poco, para con ello disculpar la causa de
sus agravios, en este purgatorio de ajenas culpas en que vive muriendo.
DECIMO QUINTO ABUELO DEL MARQUÉS
Don Velloso, Padre del Conde Rodrigo Velloso, que señala
Gaspar Alvarez Losada en décimo quinto Abuelo del Marqués de Montebelo, en el
Arbol de Machado, fue hijo del Rey Don Ramiro el tercero de este nombre, del
cual trata el Conde Don Pedro cuando habla de los Cabrera y de sus
descendientes en esta forma (Conde Don Pedro Título 18,2).
Este Rey Don Ramiro de
León tenía una hermana que se llamó la Infanta Doña Ermesenda, que era hija de
otra Reina, hermana de la madre del Obispo San Fortes; esta Infanta Doña
Ermesendda no fue casada y el Rey Don Ramiro, su hermano, hacía con ella mal a
su hacienda: y tuvo de ella un hijo en muy grande puridad, que fue enviado
ocultamente de ella a el Rey su padre, y mandándole criar, cuando le
desenvolvieron de los pañales, viéndole negro y feo, y muy velloso, que no
semejaba sino bestia salvaje, mandó le pusiesen nombre Velloso, el cual fue muy
buen Caballero de armas a maravilla y tomó Ribera y Cabrera a Caballeros que se
alzaban con ellas al Rey.
Con esto, conforma el Obispo de Tuy Don Fray Prudencio de
Sandoval, cuando habla del Conde Don Rodrigo Velloso, su descendiente, de que
dice.
El Conde Don Rodrigo
Pérez Velloso, de quién trata este
Apellido, que después fue muy leal servidor del Emperador, era de la
Casa Real de León, porque sus antecesores fueron el Rey Don Ramiro, hijo de Don
Sancho el Gordo, el cual en una hermana suya de parte de Padre, llama Doña
Ermesenda, hubo un hijo que llamaron el Velloso, que fue un gran Caballero, que
en Galicia hubo muchas tierras y honores.
Rades de Andrada, Autor de mucho crédito en la Crónica de
Calatrava, hablando de Don Rodrigo Fernández el Velloso, dice de éste modo.
Este Caballero fue
Señor de Cabrera y Ribera en el Reino de Galicia, hijo del Conde Don Fernando
Rodríguez, y nieto del Conde Don Rodrigo, Bisnieto del Conde Don Fernando,
tercero nieto del Conde Don Rodrigo Velloso, cuarto nieto de Don Velloso,
primero Señor de Cabrera y Ribera, hijo bastardo del Rey Don Ramiro de León.
Lo mismo siguen todos los Genealogistas en que hay poco que
dudar, pues todos del Conde Don Pedro sacaron estas noticias, a quién no se
puede negar Nobleza de España gran deuda; pero al mismo paso el sentimiento de
los que le han añadido como hoy anda y está escrito en la Torre del Tombo,
porque en algunas partes de contradice, dando a un mismo lugar sitios muy
distantes, como hace con las dos Mayas, y a un propio hombre dos nombres y
apellidos, dos Madres, dos Padres, y a veces, confunde dos en uno, y de otro,
hace dos. En otros lugares, vemos negar la generación en una descendencia, y
adelante continuarla, faltarle títulos enteros, personas que nacieron después de
su muerte muchos años, vemos en él casadas, y con descendencia: malísimamente
trata a las mujeres no castas, siendo ilegítimo su nacimiento. En lo añadido,
quien repara con cuidado no se le puede encubrir el lenguaje, porque el del
Conde es casi el Castellano antiguo, y lo supuesto el Portugués, que el vulgo
hoy habla en Entre Duero y Miño.
De modo que ni aún aquello supieron ir limitando, si acaso
no se ha fingido, para deslucir obra tan digna de memoria, por aquellos cuyos
Abuelos no tenían en él el lugar que deseaban, cuanto más que en muchas partes
del mismo libro se halla repetido esto: Dice
el Conde Don Pedro en su libro, de donde podemos pensar que este es otro y
no el suyo, como se intitula al principio. De que fuese añadido en partes con
malicia no hay que dudar, pues con él mismo se prueba, cuando habla del suceso
de Don Vasco Pimentel, y de su Madre D. Sancha, cuyo título empieza así.
Dize el Conde Don
Pedro en su libro. Y si fuera éste,
no había para qué ponerse en segunda persona, pues como se ha referido
al principio se hace autor de él. Va continuando el caso y luego dice en el
mismo parágrafo: I nos hicimos mucho en
nuestro tiempo para saber si avia pasado assi, como aquí es referido. Y,
después de nombrar algunos Caballeros, de quién dice el Autor haberse informado
muy exactamente, declara lo que se sigue: I
nos hallamos que aquello avia sido apostila de maldad, que quiere decir
cosa supuesta y añadida. De las cuales razones se colige que no una sino dos
veces hasta aquél tiempo le habían acrecentado. Prueba esto con hallarse
algunas copias de este libro, que vienen a ser una mano de papel, trayendo las
descendencias casi sin historia algua, pero como aquél estaba en el Archivo
Real, y esto otro en manos de particulares, como a las Joyas sucede, atropelló
la opinión a la misma verdad; y esta es la causa de que apenas se halla hoy uno
de los antiguos. Ahora, en nuestro tiempo, han quitado de este libro en la
Torre del Tombo, un cuaderno que incluía desde la palabra Atouguía Titulo 36, -ss 11 hasta la palabra: Que fundó el Monasterio de Salzeda, -ss 17 del referido Título. Gran desconsuelo para quién solo ama la
verdad en estas materias, que era lo que ya sentía Francisco de Sâ de Miranda,
y Manuel Machado, Bisabuelo del Marqués de Montebelo, como de sus coplas ya
referidas se deja ver con claridad. Y Esteban de Garivai vuelve, con razón, la
culpa de los errores de este libro a los que le han copiado: pero la verdad es
que no la tienen menor los que le han añadido y quitado lo que les pareció. De
haber Manuel de Faria y Sousa visto una copia del verdadero libro del Conde, y
cotejarla con el que hoy leemos, resulta el afirmar que no se debe a este
ningún crédito en lo que no sean cosas asentadas (Manuel de Faria y Sousa en su
Europa Portuguesa, p. última, cap. de los Escritores).
Y, para que vuestra Magestad vea la poca razón con que se ha
desfavorecido tanto esta Casa y Solar de Machado, y al Marqués de Montebelo que
lo posee, con este último Arbol y Corona de todos los referidos por
conveniencias de matrimonios, y no pasiones amorosas que igualan grandes
extremos, se da fin al memorial y representa a V. Majestad la sangre que de él
tiene.
(Conde Don Pedro, Tít. 53.ss I):
1 - El Conde don Moniño Ossorio de Cabrera, duodécimo Abuelo
del Marqués de Montebelo, Señor del Solar de Machado en el Valle de Iaras, y
tierra de Lañoso, tuvo de su mujer, Doña María Núñez, los tres hijos referidos,
que fueron Ricos Homes, D. Payo Moñiz, Don Martín Moñiz y Doña María Moñiz,
Madre del primer Machado, en quién este Solar y casa se quedó.
2 - Don Payo Moñiz, Rico Home, tuvo de Doña Orraca Núñez,
con quién fue casado, a Don Martín Páez de Ribera, Rico Home y a Doña María
Páez de Ribera.
(Conde Don Pedro, Tít. 13):
3 – Doña María Páez de Ribera fue casada con Don Juan
Fernández de Lima (Limia), cuyos hijos fueron Don Gonzalo Yáñez, Doña Teresa
Yáñez y Doña María Yáñez.
4 – Doña María Yáñez casó con Alfonso Téllez de Córdova, y
de este matrimonio fue hija Doña Mayor Alfonso.
Doña Mayor Alfonso fue Mujer del Infante de Molina, Don
Alfonso, del cual matrimonio tuvieron la Reina Doña María.
La Reina Doña María casó con el Señor Rey Don Sancho el
cuarto, que llamaron el Bravo, Rey de Castilla, y tuvieron, entre otros hijos,
al Señor Rey Don Fernando.
El Señor Rey Don Fernando el cuarto, llamado el Emplazado,
tuvo al Señor Rey don Alfonso el último, de la Reina Doña Constanza, su Mujer.
El Señor Rey Don Alfonso el último, fue Padre del Señor Rey
Don Enrique.
El Señor Rey Don Enrique segundo, llamado de las Mercedes,
por las muchas que hizo, casó con la Reina Juana Manuel y fueron Padres del
Señor Rey Don Juan el primero.
El Señor Rey Don Juan el Primero, tuvo de la Reina Doña
Leonor su primera mujer al Señor Rey Don
Enrique el tercero.
El Señor Rey don Enrique el tercero, que llamaron el
enfermo, casó con la Reina Doña Catalina, y fueron padres del Señor Rey Don
Juan el segundo.
El Señor Rey Don Juan el segundo tuvo de su Mujer la Señora
Reina Doña Isabel, la Portuguesa, a la Clarísima, Heroína y Reina Doña Isabel.
La Señora Reina Doña Isabel fue casada con el Señor Rey Don
Fernando de Aragón, y se llamaron los Católicos, y fueron padres de la Señora
Reina Doña Juana.
La Señora Reina Doña Juana casó con el Señor Rey Don Felipe
Primero, de quién fue hijo el Señor Emperador Carlos Quinto.
El Señor Emperador Carlos Quinto tuvo de la Augusta
Emperatriz Doña Isabel al Señor Rey Don Felipe Segundo.
El Señor Rey Don Felipe Segundo casó con la Señora Reina
Doña Ana de Austria de cuarto matrimonio, de quién tuvo al Señor Rey Don Felipe
Tercero.
El Señor Rey Don Felipe Tercero, de la Señora Reina Doña
Margarita de Austria, tuvo a Vuestra Majestad, décimo quinto nieto de don Payo
Moñíz, Rico Home, Señor del Solar de la Torre de Iaras de Riba Cadavo, en la
Tierra de Lañoso, como fijamente consta de este papel, en el cual sucedió su
sobrino Martín Martínez Machado, hijo de su hermana Doña María Moñiz, Rica
Hembra, Progenitora de los Señores de él, en quien siempre estuvo hasta Felix
Machado de Silva, Marqués de Montebelo, que hoy le posee.
Tales, pues, Señor,
son las calidades de la antigua Casa del Marqués de Montebelo, en la cual no
solamente se incluyen tantas de Ricos Homes, y de todos los otros ilustres
Títulos, más aún las ascendencias y descendencias de tantos Reyes que entraron
y salieron de aquéllos Solares de que desciende y que posee, y que hoy se ven
tan olvidados, y aún ofendidos, cuando están logrando, de tantas honras y
grandezas, otros muchos que no desmeriéndolas, no las merecieron mejor. Por
todas estas verdaderas y justas razones,
Pide y suplica a V.
Majestad se sirva hacerle merded de mandar al Arzobispo Inquisidor General y a
los demás Ministros en cuyo poder quedaron los primeros decretos y despachos
por donde V. Majestad se sirvió de hacerle (en consideración tan precisa y
obligatoria como la de su casamiento) las mercedes en ellos contenidas, que se
los entreguen, con declaración del tiempo en que ellas se le hicieron; pues no
sería razón que a estas fuesen preferidas en antigüedad, las que después se han
hecho a diferentes personas, cuando esta ventaja de tiempo viene a ser lo más
estimable de semejantes beneficios. Y
que, también, se declare no deber medias annatas, pues habiéndose ellas
introducido mucho después de habérsele hecho cada cual de aquéllas mercedes, no
parece justo que las pague, mayormente, habiéndosele detenido los despachos,
sin que de su parte hubiese causa, ni demérito, ni otro algún motivo: que en
todo recibirá de la Real mano y grandeza de V. Majestad, la merced que de ellas
justamente espera.
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